PRÉFACE A “LES NOCES CORINTHIENNES”
Hellas, ô jeune fille, ô joueuse de lyre! ¡Oh, Hélade,
muchacha tañedora de lira!
Toi dont la bouche aimait les baisers et le miel, Tú, cuya
boca amaba los besos y la miel,
Ingénieuse enfant qui mélais ton sourire niña ingeniosa que
mezclabas tu sonrisa
Aux sourires légers de la mer et du ciel. con las divinas
sonrisas del mar y del cielo.
Tous tes jours s'écoulaient en des heures égales, Todos tus
días transcurrían en horas idénticas
Et, quand la grande Nuit argentait les chemins, y cuando la
inmensa noche plateaba las sendas
Tu meditais, heureuse, au bruit clair des cigales, meditabas,
dichosa con el sonido de las cigarras,
Les heures, les saisons et les travaux humains. sobre las
horas, las estaciones y los trabajos humanos.
O fille de la mer, assise aux plages blondes! ¡Oh, chica del
mar, sentada en las rubias playas!
Ton sein a contenu la belle volupté, Tu seno ha contenido la
hermosa voluptuosidad,
Et la sainte harmonie a de ses grandes ondes y la santa
armonía con sus grandes olas
Empli ton chant d'amour abondamment jeté. ha llenado tu
canto amoroso que brotaba en abundancia.
Moi, cet enfant latin qui te trouva si belle Yo, este niño
latino que tan bella te encontró
Et qui nourrit ses yeux de tes contours divins, y que nutrió
su mirada con tus divinos perfiles,
J'ai, pour te peindre encore en un tableau fidèle, para
poder plasmarte aún en un lienzo fidedigno
Accompli des labeurs qui ne seront pas vains. he cumplido
con tareas que no resultarán inútiles.
D'autres ont exprimé ton enfance tranquille, Otros han
exprimido tu tranquila infancia,
Lorsque de la fontaine où respiraient tes Dieux mientras
regresabas de la fuente donde tus dioses
Tu revenais, portant au front l'urne d'argile. respiraban,
llevando sobre la frente el cántaro de arcilla.
Tant de paix convient mal à mon coeur anxieux. Tanta calma no
se aviene con mi corazón ansioso.
Moi, j’ai mis sur ton sein de pâles violettes, Yo he puesto
en tu pecho pálidas violetas,
Et je t'ai peinte, Hellas, alors qu'un Dieu jaloux, Hélade,
y te he pintado mientras un dios celoso,
Arrachant de ton front les saintes bandelettes, arrancando
de tu frente las sagradas diademas,
Sur le parvis rompu brisa tes blancs genoux. sobre el altar
roto lastimaba tus blancas rodillas.
Dans le monde assombri s'effaça ton sourire; En un mundo
ensombrecido se borró tu sonrisa;
La grâce et la beauté périrent avec toi; la gracia y la
belleza perecieron contigo;
Nul au rocher désert ne recueillit ta lyre, ni el desierto
rocoso cobijó tu lira,
Et la terre roula dans un obscur effroi. y la tierra rodó
con un oscuro estremecimiento.
Et je t'ai célébrée, ô fille des Charites! ¡Y yo te he
festejado, oh muchacha de las Gracias!
Belle et pleine d'amour en tes derniers moments, Hermosa y
henchida de amor en tus últimos momentos,
Pour que ceux qui liront ces paroles écrites para que
quienes lean estas palabras escritas
En aiment mieux la vie et soient doux aux amants. estimen
más la vida y sean benignos con los que aman.
He elegido estas rimas del prefacio a una obra poco conocida de Anatole France, concretamente un poema dramático titulado "Las noches corintias", porque a pesar de no hallarse entre lo mejor de su producción, sí que refleja de manera bastante clara su particular credo estético. Es curioso que en esta declaración de intenciones se pueda descubrir el germen de una de sus novelas más famosas, "Thais", que fue objeto de una adaptación operística (todavía figurando en el repertorio contemporáneo) por el compositor Jules Massenet.
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