jueves, 29 de diciembre de 2016

Catulle Mendès - Viduité

VIDUITÉ                                                                              VIUDEDAD
Del libro "Sonnets" 

Je suis pareil à ce nid d'hirondelle                                  Soy semejante a ese nido de golondrina 
Qui resta vide au retour des hivers;                                que se quedó vacío al retornar el invierno;
Sous les grands toits que la neige a couverts                bajo los grandes tejados que cubre la nieve,
Plus de baisers, de chants, ni de bruits d'aile.              no más besos, ni cantos, ni batir de alas.

Je suis pareil à cette citadelle                                          Soy semejante a esta ciudadela
Abandonnée après de longs revers,                               abandonada después de muchas vicisitudes,
Murs dégradés, par la mitraille ouverts,                       de muros dañados y abiertos por la metralla,
Et que le temps à son tour démantèle.                          y que el tiempo desmantela a su paso.

Mais, le nid veuf, la brise le ravit;                                  Pero la brisa encanta el nido viudo;
Le mur s'écroule enfin, la place forte                            el muro finalmente se derrumba, la plaza fuerte
Est un rocher que le passant gravit;                              se convierte en un roquedal que escala el excursionista;

Moi seul j'attends un souffle qui m'emporte:              sólo atiendo a un suspiro que me turba:
Depuis longtemps déjà mon âme est morte,               ¡hace ya largo tiempo que mi alma ha muerto,
Et mon cadavre obstiné me survit!                                y mi obstinado cadáver me sobrevive!
 
¡Versos tristes, sí! Se acaba un año, pasa un año, falta un año menos para el fin -de nuestra vida, de la vida de los nuestros, de la vida de los dioses y del universo. Por eso, no está de menos un poco de melancolía; aunque, por variar, en vez de acogernos al tan manido Verlaine no estaría de más probar otras lágrimas rimadas. Como las de Mèndes, en quien el pauvre Lelian reconoció a uno de sus precursores. No hay más que leer esta obra del olvidado e inclasificable maestro para hacerse una idea de ello.

Particularmente, lo que más lamento es no haber podido dar cumplimiento a uno de mis propósitos para 2016: ofrecer una amplia selección del parnasianismo poético francés. Pero no importa: en 2017 seguiré presentando a tantos como aún faltan -Banville, Glatigny, Lemoyne, Jean Lahor, el vizconde de Guerne... y un largo etcétera para los próximos meses.

 



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